Ahora que el periodismo va a ser más afición que profesión para mí, recuerdo un libro que me regalaron y luego perdí, con algunas las grandes verdades de andar por casa de esta bendita ocupación.
Recuerdo lo mucho que me reí de cómo los autores ironizaban sobre las mil y una veces que aprendimos en la facultad aquel esquema de emisor-receptor-canal-mensaje-ruido, con el que los profesores intentaban elevar a ciencia una profesión que poco o nada tiene que ver con los cuadros sinópticos.
Como digo, perdí el libro y no es fácil localizarlo, pero tengo dos apuntes de aquella lectura.
"¿Quién diablos lee el segundo párrafo?" (página 270)
"Si no carburo en un día como estos mejor lo dejo -pensó, mientras se acomodaba frente a su ordenador para, como dijo alguien, escribir un borrador de la Historia, pues eso es lo que en justicia ofrecía a diario la prensa de todo el mundo. O, al menos, eso es lo que debía ofrecer a sus lectores". (página 242)
Y aquí van dos enlaces sobre la cosa:
Chat con los autores
Luces y sombras del periodismo actual.
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