martes, 25 de septiembre de 2012

Un santo 'sí' al juego de crear


Seis kilos de divertimento. Así. Medido al peso. No me ha importado cargar (y casi jugarme la vida en bicicleta) con un par de libros de Chema Madoz para disfrutar tranquilamente en casa de las fotografías del definido por Duane Michals como "el hijo nonato de Borges".

Soy fan incondicional de la imaginación asombrosa de este hombre. De sus divertimentos en blanco y negro, a veces profundos, insondables, repletos de significados, otras veces juegos puramente estéticos, donde cada cual puede decidir ir más allá o disfrutar, simplemento, de lo (mucho) que se ve ya solo en la superficie.

Me atraen especialmente los ejercicios que realiza con los libros, las letras, sus juegos de palabras, sus guiños más gramaticales... También las imágenes en las que aborda el tema de la naturaleza, como esa piedra-monedero que para mí es la forma que tiene Madoz de recordar dónde está la verdadera riqueza de este mundo.

 Me gusta la manera en que define María Rubio la forma de crear de Madoz. Cita a Nietzsche en 'Así habló Zaratrusta' (1892): "Inocencia es el niño, y olvido, un nuevo comienzo, un juego, una rueda que se mueve por sí misma, un primer movimiento, un santo decir sí. Sí, hermanos míos, para el juego de crear se precisa un santo decir sí: el espíritu quiere ahora su voluntad, el retirado del mundo conquista ahora su mundo".

Casi no puedo elegir entre mis imágenes favoritas de Madoz. Aquí dejo una selección, apenas un aperitivo de su obra.

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