domingo, 23 de septiembre de 2012

Un señor ácrata

En estos días en los que se celebra la 60 edición del Festival Internacional de Cine de San Sebastián, me apetece recordar el emocionante saludo ácrata con el que Fernando Fernán Gómez se despidió tras recibir en 1999 el Premio Donostia. Un gesto con el que parecía abrazar a todo el que mirara. Descarnadamente utópico.

Habló -como hablaba- con tono y estilo aristócrata. Elegante. Sobrio. Aterrado quizá al ver desfilar en la pantalla toda su vida y sentirse en su ocaso físico.

Una frase del maestro de provincias que interpretó en la despiadada película 'La lengua de las mariposas': "El odio, la crueldad, ese es el infierno. A veces el infierno somos nosotros mismos".



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